La armonía con la naturaleza y sus daños provocados

    Baraka es una obra visual que nos invita a ver el mundo de una perspectiva diferente. La obra no contiene un diálogo, lo cual nos permite profundizar un poco más allá de lo que reflejan las imágenes, convirtiendo la experiencia en algo íntimo y profundo. Expone la relación compleja entre la humanidad, la naturaleza y la espiritualidad. Igualmente presentan el contraste entre la armonía y la destrucción en la civilización moderna. Muestra la manera en que la humanidad puede ser armonía con la naturaleza, y lo que está en riesgo por su desconexión espiritual y por su dependencia del desarrollo industrial.

    La película tuvo mucho impacto en la manera en que se relaciona la armonía con la naturaleza. Presentan rituales, danzas, y tradiciones de diferentes religiones, al igual que diferentes pueblos y paisajes. Estas se llevan a cabo para reforzar sus creencias y espiritualidad; es un espacio sagrado. La espiritualidad nos permite reconocer que el ser humanos es parte del entorno. La naturaleza se convierte en el punto de union entre tradiciones y formas de vida. Desde templos y rituales ancestrales, hasta ciudades modernas, cada espacio construido refleja una vision y formas positiva de habitar el mundo. 

    A lo largo de la película, se ofrece una mirada critica sobre los efectos del proceso material y la destrucción en la civilización. El consumo masivo y la explotación de recursos son mayormente la razón de las deforestaciones, la contaminación y la destrucción de ecosistemas que han sido consecuencias negativas para la naturaleza y vida humana. Esto fortalece la idea de que el desarrollo no siempre es positivo. La obra nos hace cuestionar como vivimos y pone en frente nuestras propias contradicciones como sociedad.

    Esta gran producción cinematográfica funciona como un espejo global que muestra la diversidad cultural y espiritual. Ya que el documental no cuenta con diálogos, la música y las ilustraciones otorgan la fuerza necesaria para transmitir el mensaje y entenderlo. Nos invita a valorar tanto la riqueza cultural como la belleza de la naturaleza. Es un llamado a contemplar y analizar nuestra manera de relacionarnos con nosotros mismos, con los demás y el mundo que habitamos.